El chocolate ha sido desde hace mucho tiempo un ingrediente por excelencia para dulces, postres, salsas y pasteles gracias a que aporta esa textura satinada, tersa, y ese delicoso e inigualable sabor.
Se obtiene del cacao y es originario de Mesoamérica, La industria alimenticia le ha añadido ingredientes como azúcar, leche, caramelo y semillas como almendras. Incluso se ha convertido en la materia prima para verdaderas obras de arte, ya que hay chef especializados en elaborar chocolates en formas caprichosas.
Hay básicamente dos tipos el chocolate negro, de sabor más intenso y el chocolate blanco y a partir de ellos diversidad de combinaciones con otros ingredientes.
De estos el chocolate oscuro es el más utilizado como ingrediente para postres y el más beneficioso para consumir, mientras que el blanco es más para coberturas porque se cristaliza fácilmente cuando se cocina con él.
Además el chocolate puro sin otros aditamentos resulta beneficioso para la salud, ya que aporta energía por la cantidad de calorías que contiene, no altera el colesterol ni los trigliceridos, además contiene ácido fólico, minerales como el calcio, proteínas, fibra y entre otras bondades podemos mencionar que es un fantástico emoliente para la piel, es eficaz contra la anemia, la depresión y contra algunas afecciones intestinales, digestivas y circulatorias.
Incluso el chocolate contiene feniletilamina, parecida a la adrenalina de nuestro cuerpo, por lo que también es antidepresivo. Así es que un o dos chocolates al día siempre serán buenos para el ánimo.
Fuente: Colección "El poder de los frutos", Marrón, Grupo Editorial Norma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario